Click here to see English version
Me gusta reciclar en mi cocina; así aprovecho de todo el sabor, nutrientes y energía que el universo me ha dado.
En el proceso de preparar verduras, siempre hay cáscaras, tallos, etc. que la gente bota. ¡Por favor, no las botes! Yo quiero mostrarte como hacer un caldo de verduras, lleno de sabor.
Primero, esos pedazos de verduras guardo en un Ziploc en la congeladora y siguen acumulándose hasta tener muchos. Entonces, normalmente tengo muchas cáscaras de papa, zanahoria amarilla, cebollas, nabo, apio, piquitos de vainitas, cáscara de pepinillo (con tal no ha sido encerrado), berenjena, etc. Ojo: los únicos que no guardan son los de la familia de las coles (brócoli, col, coliflor, etc.) porque al cocinarse largas quedan de feo sabor. Tampoco pongo cáscaras de tomate, porque vuelven ácido el caldo.
Próximo, cuando tengo por lo menos 2 horas, pongo todo del Ziploc en una olla grande y le cubro con agua fría, ya filtrada. Caliento hasta que hierva; bajo la llama al mínimo, tapar la olla y le cocino por lo menos una hasta 2 horas. A veces, también, yo pongo tallos de perejil y tallos de acelga.
Probando, si el sabor no esté suficientemente concentrado, remojo hongos secos (de los bosques de pino acá, porcini en los EEUU) y agrego el agua de su remojo al plato que está preparando con el caldo de verduras. Ahora, yo lo cierno, aplastando las verduras. Finalmente, lo enfrío rápido (en agua fría) y lo congelo. Puede ser en un frasco o en cubitos como de hielo. Si desea más concentrado el caldo, una vez cernido, le cocino a llama alta para reducirlo.
Al momento de necesitar un caldo de verduras, saco cubitos o frascos de caldo de la congeladora.